Trabajar arrodillado o agachado, no suele ser bastante común, pero existen puesto de trabajo, como jardineros, personal de la construcción, fontanería, mecánica, etc., que deben adoptar esta posición durante largos periodos de tiempo en su jornada para poder realizar sus tareas del día correctamente.

Rodilleras de trabajo

Aunque asociemos la palabra rodillera al plano deportivo, también existen rodilleras especiales para el trabajo. Con ellas se procura evitar el contacto directo con la superficie de trabajo y proteger a la articulación de golpes, rozaduras, pinchazos y otras posibles lesiones.

Características de las rodilleras

A la hora de elegir una rodillera, debemos centrar la decisión en 4 aspectos:

• El nivel de protección que necesitamos para desempeñar las tareas que realizamos en nuestro puesto de trabajo.
• La comodidad que nos aporte la rodillera y la forma en que se ajustan a nuestro cuerpo. Hay que realizar toda la tarea con ellas, mejor elegir aquellas que mejor se adapten a nuestras necesidades personales.
• Que dejen transpirar a través de ellas sin dificultad.
• Elegir una rodillera lo suficientemente resistente y duradera para que evitar que se desgaste fácilmente y haya que reponerla a los pocos usos.

Tipos de rodillera

Según la normativa europea UNE 14404, existen 4 tipos:

• Tipo 1 – rodilleras independientes a la prenda de trabajo con sujeción por cintas a la pierna.
• Tipo 2 – rodillas que se insertan en el interior de la penda o están incorporadas a la propia prenda.
• Tipo 3 – rodilleras independientes que no van unidas al cuerpo y son fácilmente transformable.
• Tipo 4 – son elementos independientes que sirven de apoyo que ayudan a la persona trabajadora a levantarse o agacharse.

Existe otro tipo de categorización, más relacionada con el diseño de la misma:

1. Rodilleras blandas, suelen estar elaboradas a base de espuma o gel. Recomendables para trabajar sobre superficies duras como el cemento o el asfalto.
2. Rodilleras rígidas, suelen estar echas a base de polímeros o metálicas. Recomendables para realizar tareas sobre terrenos duros y con gravilla.
3. Rodilleras articuladas, cuentas de dos piezas que permiten a la persona trabajadora mayor movilidad con ellas. Recomendable para tareas que requieren de movimiento ágiles, tanto arrodillado como de pie.
4. Rodilleras reforzadas, suelen estar hechas de material viscoelástico y geles. No están tan orientadas para realizar tareas arrodillado, si no que protege a la persona trabajadora ante posible impactos o caídas que puedan producirse mientras transporta o manipula cargas.

Las rodilleras son EPIs individuales de categoría II, es decir, que protegen frente a riesgos moderados o altos, no mortales e irreversibles a su portador. Por tanto, deberán ser facilitados por la empresa y de obligado uso por parte de la persona trabajadora que deba usarlos.

En Laboral Group podemos ayudarte con la gestión de la prevención de riesgos laborales en tu empresa, como entidad acreditada por la autoridad laboral. Si quieres saber más sobre nuestro Servicio de Prevención Ajena, rellena el formulario de contacto del final de esta página o acércate hasta tu delegación Laboral más cercana.

Fuente: Prolaboral, Intec, Aenor, Sepin