Mantener una ergonomía laboral actualizada no es solo una obligación legal, sino una inversión estratégica que repercute directamente en la salud de tu equipo y en la eficiencia de la empresa. Según la International Ergonomics Association (IEA), la implementación de prácticas ergonómicas puede reducir las lesiones musculoesqueléticas hasta en un 40 % y aumentar la productividad en más de un 20 % . A continuación, te presentamos cuatro acciones clave para transformar tu entorno de trabajo:
1. Evaluaciones ergonómicas personalizadas
La base de cualquier programa de ergonomía laboral es conocer a fondo las necesidades de cada puesto de trabajo y de cada persona.
2. Rediseño del espacio de trabajo
Un entorno adaptado a las dimensiones y dinámicas de tus empleados es esencial para prevenir el dolor y aumentar el confort:
3. Pausas activas programadas
Más que simples descansos, las pausas activas son entrenamientos breves que revitalizan al trabajador:
Según múltiples investigaciones, integrar pausas activas puede reducir lesiones musculares hasta en un 60 % y mantener la productividad en niveles óptimos a lo largo del día .
4. Formación y sensibilización
La ergonomía no se impone, se integra a través de la educación y la concienciación continua:
Implementar estas cuatro buenas prácticas ergonómicas —evaluaciones personalizadas, rediseño del espacio, pausas activas y formación continua— no solo cumple con la normativa PRL, sino que se traduce en una reducción de lesiones de hasta el 60 %, un incremento de productividad en un 25 % y un ambiente laboral más saludable y comprometido.
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